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28-07-2025

¿Comisarios con mayor poder político es solución en seguridad?


Por Ezequiel Arauz

A cuatro días de conocerse las listas de la tercera electoral se supo que el principal candidato de La Libertad Avanza (LLA), el excomisario Maximiliano Bondarenko, encabeza un grupo de jefes policiales que a pasar de estar bajo órbita institucional del gobernador, trabajan en coordinación directa con la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich en tareas de asesoramiento y traslado de información.

Desde el gobierno provincial hablaron incluso de “golpe institucional”. No es la primera vez que se busca en los altos mandos de la Bonarense, a la que un afamado gobernador catalogó no hace tanto como "la mejor policía del mundo", muy poco antes de que una andanada de acciones delictivas y mafiosas canjeara rápidamente ese mote por el de "maldita policía".

Los estruendosos casos de José Luis Cabezas, la AMIA, secuestros extorsivos entre otros delitos, pusieron de relieve que darle más poder a los mandos policiales, poder político en este caso, no necesariamente redunda en las soluciones supuestamente buscadas. Es innegable que la seguridad es una preocupación real de bonaerenses. Y que la solución no se construirá yendo en contra de la policía.

Pero tampoco pasa por otorgarles mayor poder político a un grupo faccioso de jefes, como intentan ahora Milei y Bullrich con Bondarenko y sus secuaces. La política de mano dura, meter bala, y alimentar discursos violentos sin medir consecuencias, si bien busca atajos y potencialmente rinde desde lo electoral y mediático, no ha demostrado que construye sociedades más seguras. Más bien lo contrario en la mayoría de los casos.

La semana que pasó, fue el secretario de Comunicación del municipio, Alberto De Fazio en la red X el que advirtió: “En estos 60 días habrá que estar muy atentos a “extraños” casos de inseguridad en el conurbano”. Recordando los antecedentes recientes, no es descabellado el planteo.

En ese mismo período de días previos a las elecciones legislativas de 2021 en Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza y Quilmes - todos ellos de la tercera electoral – se sucedió una andanada de hechos de violencia aberrante y muerte, que se acumularon alterando el clima social en última semana de campaña. La insistente y machacante consigna de los libertarios es que la provincia “es un baño de sangre”.

Cuestión que no le impidió al presidente recortar un punto de coparticipación, fondos que iban destinados a la materia; o a la propia Bullrich a retirar fuerzas federales del conurbano, con Quilmes entre esos distritos sin justificativo. Retirar fondos y agentes del territorio no parece ser el camino efectivo para mejorar las políticas de Seguridad, y si en cambio, configura una especulación electoral de las más bajas, que no castiga a los políticos sino a la gente de a pie.

No es la primera vez que la Libertad Avanza se sube especulativamente a un tema conflictivo real, para proponer soluciones rápidas desde lo discursivo y que la mayoría de las veces solo empeoran la situación al aplicarlas. Ante la presencia en las listas libertarias de Bondarenko y su grupo de jefes policiales devenidos en irregulares operadores políticos, cabe preguntarse: ¿Será beneficioso avanzar en entregarles más poder político a jefes policiales muchas veces sospechados de ser quienes permiten, cuando no colaboran y se financian con el delito que deberían combatir?

Es pertinente señalar que el gobierno nacional juega en este aspecto con dos cuestiones que, combinadas, no harán sino empeorarlo todo: por un lado, un irresponsable aliento público al uso de indiscriminado de armas (siguiendo su curioso concepto de "libertad", y una acrítica admiración a la sociedad norteamericana, aun en uno de sus aspectos más aborrecibles) y por el otro, medidas económicas y financieras que desregulan el ingreso de capitales. Es decir, que facilitan el blanqueo irrestricto de dólares obtenidos muchas veces con sangre y violencia.

Ahí está sin ir más lejos la pública y estrecha relación del diputado José Luis Espert y su financista de campaña, Federico “Fred” Machado, detenido en el país por Interpol y acusado de lavado de activos y narcotráfico en EEUU, quien al menos, le facilitaba una camioneta para que maneje y un avión para viajar. Lejos de tener consecuencias negativas por tal vínculo, Espert seria quien encabece la lista de Milei en octubre en la Provincia de Buenos Aires para renovar su mandato.

Sin profundizar demasiado en esta mirada, es claro que el evidente crecimiento del narco en los barrios bonaerenses, como denuncia la iglesia católica entre muchos otras voces, se da en paralelo con el retiro absoluto del estado nacional del territorio; la destrucción del empleo; el enfriamiento de la economía; la brutal caída el consumo; los salarios magros y pisados y el debilitamiento de redes solidarias que había llevado años construir.

Volviendo a la seguridad, se sabe que no es competencia directa de los municipios, pero las gestiones locales fueron asumiendo paulatinamente más tareas al calor de la sostenida demanda vecinal. Desde el comienzo de la gestión de Mayra en Quilmes en este caso, se compraron 200 vehículos nuevos, se duplicaron las cámaras en todo el distrito, concretando a la vez la colocación de mil alarmas vecinales. La totalidad del distrito fue cubierto por la red de luces led, y se implementó el sistema de “paradas seguras”.

Está claro que frente a un solo hecho de violencia, todo eso parece no alcanzar. Que ante cada delito, cada muerte lamentable e innecesaria, todo se vuelve insuficiente. Pero el efectismo electoralista y el falso militarismo de Bullrich y sus recetas nunca probadas, que ahora vuelve a probar con Bondarenko y su turbio grupo de jefes policiales, lejos están de construir soluciones. Solo traen más muerte y más violencia.